Producción de Alimentos ¿el desafío para alcanzar la sustentabilidad?

La producción de comestibles en el planeta es el más grande proposito difícil de cumplir para lograr la sustentabilidad; a este propósito se destina 70 por ciento del consumo de agua y 40 por ciento de la extensión de la tierra, pero el efecto por el gasto de estos elementos no es visible, señaló María José Ibarrola Rivas, estudiosa del Centro de Geografía (IGg). La agricultura y la ganadería son los sectores con más grande encontronazo ambiental; pero simultáneamente, la nutrición es el derecho básico de algún persona. Entonces, “a primera vista se ve que la seguridad alimentaria y la sustentabilidad no tienen la posibilidad de compaginarse”, indicó.

La agricultura y la ganadería son los sectores con más grande encontronazo ambiental; de forma simultanea, comer es derecho básico de alguna persona

La universitaria detalló que la Organización de las ONU para la Nutrición y la Agricultura (FAO) define la seguridad alimentaria como la disponibilidad y ingreso de comestibles en todo instante, en cantidad y calidad sobre nutrición bastante para tener una vida activa y sana. La sustentabilidad tiene relación a agradar las pretenciones recientes de la gente sin poner en una situación comprometedora las de futuras generaciones. En el planeta, 70 por ciento de la gente es urbana, “vamos al autoservicio y ahí podemos encontrar los comestibles, pero no poseemos tan claro de dónde provienen”. Detrás hay una industria fuerte y complicada, que tiene dentro la producción agrícola y ganadera, el transporte –incluso, de conjunto de naciones a continente–, y el alojamiento, etc causantes. Inseparable a ello sucede un encontronazo ambiental. En México, entre otras cosas, la agricultura intensiva se relaciona con el consumo de energía, contaminación, emisiones de gases de efecto invernadero y desgaste de acuíferos, y la agricultura extensiva, de chicos productores que no utilizan maquinaria, con una producción insuficiente y la necesidad de enormes extensiones de tierra, que causan deforestación y erosión, pérdida de fertilidad y pisos. En nuestro estado se enfrenta un inconveniente más: 14 por ciento de la gente rural tiene desnutrición y simultáneamente se registra una pandemia de sobrepeso y obesidad, con 70 por ciento de mayores y una tercera parte de los jovenes en esas ocasiones. “Mi exploración se fundamenta en hallar caminos que lleguen a la seguridad alimentaria sustentable. Es exacto encontrar resoluciones, y ello se consigue con la reducción del encontronazo ambiental, con el entendimiento de la relación consumoproducción y con dietas sanas para toda la gente.” La geografía busca comprender los enlaces entre el ámbito y la sociedad, por lo cual ese enfoque es perfecto para ver esta eventualidad y hallar resoluciones, dada la heterogeneidad territorial y popular de nuestra nación.

Variables

Ibarrola Rivas resaltó que debe considerarse la distingue espacial y la diversidad de sistemas de manejo de un cultivo, que se determinan por los climas, los pisos, la tenencia de la tierra, el ingreso a insumos agrícolas y hasta cuestiones culturales de los productores. En tanto, el consumo de productos animales, incluidos los lácteos, son los de más grande difusión ambiental, y va en incremento. Para producir un kilogramo de plátanos son necesarios, en promedio, 800 litros de agua; de papas, 287; de maíz, mil, y de carne, 15 mil, ejemplificó. En los últimos 50 años, en México, el consumo por persona de productos animales se duplicó, y la producción de esas mercancías creció, pero no sólo por el incremento del consumo per cápita, sino por el desarrollo de la gente y de las exportaciones. La producción de res subió cinco ocasiones y la de pollo 20. Para un manejo sustentable, Ibarrola Rivas ha propuesto el empleo del procedimiento de requerimiento de tierra para productos animales, un índice que apunta la proporción de tierra en m2 que se necesita para producir un kilo de alimento. “Queremos vincular la proporción de tierra que se usa para conseguir estos productos animales, que integre las huertas, pastizales, y la tierra de cultivo para producir el alimento del ganado (forraje). Hay que calcular qué proporción de tierra utiliza una vaca, un pollo o un puerco, y qué tanto tiempo viven. Esas cambiantes determinan la cantidad y conforman datos importantes para comprender y enfrentar el cada vez más creciente inconveniente de la alimentación”, llegó a la conclusión.

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