LOS ÚLTIMOS COSMOS
No solo por la hermosura de esta planta y sus especificaciones tan únicas, sino tiene un trasfondo más importante. El dimensionar el efecto de nuestras actitudes sobre otros individuos, en este caso una planta y como la hemos llevado al punto de ocultar, el mundo es de todos, por consiguiente, la responsabilidad es de todos.
Primero vamos a comenzar con una rápida explicación de la clonación en plantas. La clonación es la reproducción y propagación de plantas de forma asexual, con exactamente la misma información genética, copia exacta de un sujeto. En agricultura o sea una enorme ventaja al tener plantas con características idénticas, siendo más simple cubrir la demanda de una fruta por su calidad, reduciendo la variación causada por la misma carga genética.
En lo que se refiere a plantas en riesgo de extinción nos asiste a preservarlas y recuperar sus ciudades, pero el problema mucho más grande en este género de propagación es la uniformidad genética, esto significa, si alguna enfermedad o plaga llegara a atacar todas y cada una ellas se verían perjudicadas por contar con exactamente las mismas especificaciones, limitada su resistencia y poniendo en riesgo su supervivencia.
Un ejemplo de todo lo mencionado es el Cosmos atrosanguineus, cosmos sangre o flor de chocolate. Especie vegetal endémica de México por sus tonalidades de lo rojizo a lo marrón con textura afelpada la hacen muy interesante, no obstante, la particularidad más satisfactorio es el aroma a chocolate y hasta para muchos a vainilla.
Todo ese grupo de propiedad casi la condenan a ocultar, a inicios del siglo XIX era muy usada como planta de ornato en varios jardines de Europa. Llevando a una sobreexplotación de la planta para obtener sus semillas, para ser mandadas eminentemente a países como Inglaterra, Francia y Alemania. Consecuencia de la extracción excesiva a comienzo del pasado siglo empezó a ocultar de la sierra madre oriental, su primordial habitad, teniendo estudio de su última colecta formal en el año de 1902 en el estado de San Luis Potosí.
Fue hasta hace unos años en el momento en que unos estudiosos se brindaron a la tarea de recuperar al cosmos, regresaron a los lugares donde se tenía reportes de su presencia sin embargo en un comienzo se hallaron con la desagradable noticia de que no producían semilla, eran estériles. Produjeron un plan de reproducción a través de cultivo de tejidos (partes de hoja) para propagarla y obtener novedosas generaciones. Ese sistema es catalogado como único en todo el mundo. No obstante, no debemos olvidar el concepto de la perdida de variedad genética para esta clase.
Tras un rápido resumen de su recuperación, llegamos al punto principal, sólo algunas de las especies, ya sea animal o vegetal, nos permitirán traerlas a la “vida” de una forma tan sencilla con lo que es momento de tomar conciencia y pensar más en todos los seres con los que compartimos este mundo.
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