Daños por Radiación sobre las Plantas
Otros mecanismos de defensa son las ceras y tricomas sobre la área foliar, que dejan reflejar la luz UV e infrarroja. También se ha documentado que uno de los mecanismos desarrollados por las plantas contra la luz UV-B es el aumento de metabolitos secundarios como fenoles o flavonoides que absorben longitudes de onda de 280 a 360 nm, los que son amontonados en las células epidérmicas de algunas plantas para achicar el efecto deletéreo de la luz UV-B.
Las plantas han desarrollado mecanismos que les dejan regenerar muchas de las macromoléculas (ADN, proteínas, etc.) dañadas o alteradas por la luz UV y también infrarroja. Además de esto, tienen la capacidad de señalizar la formación de moléculas antioxidantes para atenuar el daño por las ROS producidas por altas magnitudes de luz UV e infrarroja.
Por otro lado, en la agricultura se han creado mecanismos de protección para las plantas, con el propósito de proporcionar las mejores condiciones, que permitan expresar su potencial productivo; sobre todo, en zonas con altas intensidades de radiación.
Dentro de estos tenemos la posibilidad de enunciar el sombreo con cubiertas plásticas o malla sombra, pantallas térmicas y la utilización de protectores o filtros solares, bolsas plásticas o de papel y ceras, que dejan achicar la intensidad de la luz sobre las plantas y frutos, mejorando su aptitud productiva y la calidad de los frutos. En el caso de los filtros o protectores solares, son modelos que se aplican de forma directa a la planta con la intensión de reflejar, absorber o trasmitir con eficacia la luz dentro de la planta o frutos, reduciendo con ellos posibles daños que afecten la productividad de los cultivos o la calidad de la cosecha.
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