AJO, UN EFICAZ REPELENTE NATURAL
El ajo forma parte a la familia de la liliáceas al igual que las cebollas y los puerros; este proviene de una planta herbácea compuesta por bulbos integrados por gajos comúnmente populares como dientes, los que pueden ser de distintas tamaños y colores; además de esto muestra hojas largas y delgadas de color verde profundo y tiene flores agrupadas con apariencia de cabezuelas de color blanco o morado en dependencia de la pluralidad.
Esta hortaliza es originaria de Asia lugar de donde se expandió a diferentes unas partes del mundo donde se cultivaba principalmente por su alto contenido de características nutritivas y medicinales, las que tienen la aptitud de cubrir diferentes requerimientos, tal como de impedir ciertos tipos de enfermedades y reducir de manera considerable los efectos negativos causados por éstas.
Más allá de que este bulbo juega un papel muy importante dentro de la gastronomía de distintas regiones, asimismo se puede usar para llevar a cabo la producción agrícola, en tanto que es una alternativa que marcha como un repelente natural que asiste para prevenir y a batallar la aparición de distintas plagas en los cultivos, esto gracias a que tiene dentro aceites fundamentales, vitaminas y minerales, elementos que le dan características repelentes, emolientes, antibióticas, fúngicas, asépticas y estimulantes.
Entre los provecho que otorga la utilización de los extractos de ajo es que debido a su fuerte aroma es posible repeler insectos como babosas, minadores, chupadores, barrenadores, áfidos, pulgones y nematodos, lo que permite disminuir su actividad alimentaria, por consiguiente su desarrollo se ve perjudicado así como su ciclo vital y su reproducción. Por otra parte, gracias a éste es viable conseguir alimentos de buena calidad sin la necesidad de utilizar productos químicos convencionales, lo cual favorece de forma directa a la economía de los productores y al ambiente.
Cabe apuntar que el ajo es un producto 100 por ciento biodegradable, lo que hace que las plantas lo logren absorber fácilmente sin intervenir con su desarrollo, ni con el de las flores y los frutos; aun no contamina al medio ambiente y se puede aplicar en cualquier tipo de cultivo, así sea a pequeña, mediana o enorme escala, tanto en invernaderos, en pequeños huertos o a campo abierto.
Por último, es importante señalar que otro de las virtudes que ofrece la utilización del ajo en la agricultura es que se puede mezclar con otros elementos, lo cual ayuda a potenciar mucho más sus propiedades; además de esto se puede integrar dentro de la producción como un cultivo para prevenir las dispersión de enfermedades entre las plantas y/o la aparición de hongos u otros agentes negativos.
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